Cuando se trata de trámites migratorios, las preguntas suelen abundar, y Andrea G no es la excepción. Con 16 años de matrimonio con un residente estadounidense y con hijos nacidos tanto en Estados Unidos como en México, su pregunta sobre las posibilidades de petición migratoria es fundamental.
Carlos de Regil, especialista en temas migratorios, brinda una perspectiva esclarecedora. Destaca que, por el mero hecho del matrimonio, los residentes y ciudadanos estadounidenses obtienen derechos migratorios sobre sus hijastros, con la condición de que el matrimonio ocurra antes de que los hijastros cumplan los 18 años.
Lo más interesante es que, según la actualización de políticas, los residentes ahora pueden realizar peticiones para sus familias con una rapidez comparable a la de los ciudadanos, eliminando la necesidad de obtener la ciudadanía previamente.
Sin embargo, es crucial tener en cuenta una actualización menos favorable: los tiempos de procesamiento para residentes han experimentado un aumento, pasando de alrededor de 2 años a aproximadamente 4 años. A pesar de este ajuste, sigue siendo un proceso relativamente rápido en comparación con otros casos.
Esta situación subraya la importancia de comenzar los trámites tan pronto como sea posible, una estrategia fundamental para aquellos que buscan reunirse con sus seres queridos en Estados Unidos. En resumen, entender las opciones y actuar con prontitud son las claves para navegar por el complejo pero vital terreno de la inmigración familiar.